Ahora que el fresco otoño ha llegado, y se ha enrollado la roja alfombra del ya clausurado festival de San Sebastián, y con el recuerdo del recientemente fallecido actor Paul Newman, han vuelto a nosotros con las fuerzas renovadas las ganas de sentarnos en las butacas de la oscura y caliente sala del cine, pero a escasas horas de pasar por la taquilla desconozco la pelí que voy a ver, ya que ninguno de mis amigos quiere entrar a la misma sala. Por consiguiente nos vemos obligados a nominar entre la extensa cartelera de este fin de semana a estos tres fims:
"Vicky, Cristina, Barcelona", la romántica comedia dirigida por el carismático Woody Allen, con del oscarizado Javier Bardem y la atractiva Penélope Cruz.
"Che, el argentino", la primera parte de la bibliografía del histórico guerrillero revolucionario latinoamericano, el cual es interpretado por el actor Benicio del toro.
"El niño con el pijama de rayas", la dramática novela ambientada en la segunda guerra mundial, en la que se narra la amistad de dos niños, uno alemán y otro judío.
Si queréis saber la película ganadora, será escrita en los comentarios de este mismo artículo, y mientras el jurado toma su vedericto, y para que suba la emoción y el suspense, aquí os dejo con una pequeña opinión personal sobre el mundillo del cine, así que, señoras, señores, damas y caballeros, tomen asiento, lean, disfruten y opinen.
Estoy convencido que en los tiempos que corren, el mundo cinematográfico sufre un gran déficit de ideas transgresoras, revolucionarias e innovadoras.
Afortunada, o desgraciadamente, todo el tejemaneje del séptimo arte se resume en un pequeño círculo vicioso en el cual, tanto los actores, como los directores y los productores, son unos simples títeres a manos de las codiciosas multinacionales distribuidoras cinematográficas. A su vez éstas sobreviven gracias a la recaudación del ingenuo e indiferente público, que, sentado en su cómoda butaca, controla inconscientemente el celuloide que se refleja sobre la gran pantalla.
Ayer estuve con varios de mis amigos disfrutando de las fiestas patronales de San Mateo, en Logroño, y mientras estábamos haciendo turismo gastronómico por la archiconocida calle del Laurel, un colega se quejó del estado del casco viejo de la capital riojana.
En ese momento recordé que el año pasado escribí uno, de tantos comentarios de texto, que iba curiosamente, de que un logroñés se lamentaba amargamente de la distribución de los diferentes cables que tejen la red eléctrica y telefónica del casco viejo de Logroño. Una de las propuestas de dicho comentario de texto, era una opinión personal sobre dicho tema, que ahora mismo paso a redactar:
Actualmente tengo en el bolsillo dos títulos de técnico relacionados de con sector eléctrico y sobre mi espalda recaen varios meses de experiencia en este mismo gremio, con lo cual es fácil imaginar que el mundo de los cables es mi pasión.
El autor se lamenta de lo antiestético que aparenta el actual cableado local. Yo, como profesional de sector, le digo que se puede mejorar, pero esta mejora aunque es posible, no es factible.
Primero, porque el precio del cobre está en máximos históricos. Segundo, porque buscar un camino alternativo para los cables no es tarea sencilla, además habría que hacer esas polémicas obras que son tan molestas para los vecinos. Tercero y último, si hipotéticamente hubiéramos sido capaces de esconder los hilos cobrizos del alcance de la vista, el ya endeudado bolsillo de los cuidadanos se resentiría amargamente.
Por lo tanto yo me pongo a rezar la plegaria de nuestro sabio refranero español: “Virgencita, virgencita, que me quede como estoy”.
Hoy, el blog, va de cine, que sí, que sí, que va de cine, aunque a muchos os estrañe, venga, no perdais un minuto y disfrutad de mi final alternativo de la película de Trainspotting: "Elege la vida, lo estás deseándolo, vas a ser igual que ellos, el trabajo, la familia, el televisor grande que te cagas, la lavadora, el coche, el equipo de compac-disc, el abrelatas eléctrico, buena salud, colesterol bajo, seguro dental, hipoteca, piso piloto, ropa deportiva, traje de marca, bricolaje, teleconcursos, comida basura, niños, paseos por el parque, jornada de 9:00 a 17:00, jugar bien al golf, lavar el coche, jerseys elegantes, navidades en familia, planes de pensiones, desgravación fiscal, vete tirando mirando hacia delante, hasta el día que la palmes."
Esto se lo quiero dedicar muy especialmente, a una persona fanática de esta la película, o tal vez era de su actor: "Ewan McGregor"... mmm... no sé, no sé, bueno va dedicado a tí, Raquel.
