Sííííí, por fin hemos ganado la ansiada Eurocopa. Luís Aragonés y sus chicos han conseguido vencer y convencer a propios y extraños, a defensores y a detractores, de toda la nación y de todo el viejo continente. Con la fácil, atractiva y divertida táctica de tocar y tocar (el balón), meter (gol) y gozar (en el campo), han logrado que los reyes aplaudieran, que se abrazaran los príncipes de Asturias, que José Luis Rodriguez Zapatero brincara de su butaca, que vibrara Fernando Alonso (y no precisamente montado en su monoplaza), en fin, que a todos nos han hecho sentirnos un poco más orgullos de ser español.
Toda la plantilla nos ha enamorado durante toda la competición con su juego tan práctico de acariciar el esférico con precisión, con inteligencia, con paciencia, con dulzura, sin excesivas filigranas, sin rudezas, sin apenas elevar el cuero sobre el césped, en dos palabras, jugando bonito.
La estrategia que desplegó la selección sin el balón también es digna de admiración, siempre en disposición de arrebatar la pelota al adversario, manteniendo la presión y el orden en el terreno de juego, prácticamente sin violencia, pero con bravura, siempre mostrando una actitud deportiva y competitiva frente al adversario.
No consigo recordar, tal vez porque es casi seguro, que ningún jugador español ha visto 2 veces la tarjeta amarilla en todo el torneo. Además, varias cartulinas con las cuales el colegiado ha sancionado a los jugadores de
Ya ha quedado más que palpable la superioridad de nuestra selección, todo esto lo hemos alcanzado sin la ayuda del que para muchos, muchísimos, tal vez la mayoría era “el imprescindible Raúl”, que tantos quebraderos de cabeza ha causado la prensa a nuestro anciano y sabio seleccionador.
Hemos presenciado una Eurocopa irrepetible, donde un grupo compacto y homogéneo de jóvenes futbolistas españoles, carentes de grandes figuras consagradas, pero con ambición, con coraje y sobre todo con un planteamiento muy presente: TOCAR, TOCAR, METER Y GOZAR.
¡¡¡ENHORABUENA A
