22 de enero de 2010

La fuerza de la voluntad, el valor de la confianza, la recompensa de la tenacidad.

No sé si para alcanzar el cielo es preciso traspasar el infierno, pero lo que estoy seguro, es que para apreciar realmente la miel debes probar antes la hiel. Algo similar le ha ocurrido a Carlos Sainz. Este deportista ya tuvo que hincar la rodilla en la tierra, cuando rozó con las uñas el campeonato del mundo, pero una rotura de su cigüeñal, en los últimos metros de la última carrera del mundial de pilotos convirtió todos sus sueños y su realidad en polvo. Además el año pasado en el Dakar, cuando lideraba el ranking general tuvo un desgraciado accidente, en donde salió herido su copiloto. Pero Sainz no se rindió, pese a su mala suerte, atesoró tanta fuerza de voluntad, tanta confianza y tenacidad que obtuvo su recompensa, consiguiendo el trofeo de la actual edición del rally “Dakar”. Aunque bien podíamos llamarlo rally “Antofagasta”, ya que en esta ciudad chilena ha empezado y terminado dicha competición, como anécdota diré que el rally traspasó la región de La Rioja (Argentina). Pero este triunfo ha sido sufrido, muy sufrido, porque ya sabrán los amantes del automovilismo que este año ha sido la victoria más igualada de toda la historia del Dakar. No quiero olvidarme tampoco del trabajo de su actual copiloto, el catalán, Lucas Cruz. Ya que tanto en el deporte como en la vida siempre es gratificante tener alguien que te guíe en los momentos complicados.
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He querido empezar este año con una buena noticia, y haceros saber que en esta vida el éxito es una planta que germina con la ilusión y crece con el sudor. Así que, ánimo, fuerza y coraje para superar las dificultades que hemos arrastrados del 2009 y afrontar con energía este 2010.