1 de noviembre de 2025

Llorar Luchar Reír...

Hoy es el día de todos los santos, o de todos los muertos, según a quien le preguntes.

Pues aquí tengo mi epitafio personal:

"LLORAR,   LUCHAR,    REÍR..."

Esas son las epatas de mi vida, y de la mayoría de mis retos.

Porque la vida empieza llorando, desde que naces, luego, o luchas por sobrevivir, o te mueres, o vives muerto en vida, como sobreviven gran parte de la humanidad. Para al final, reír, es la meta de la vida, simplemente, ser feliz.

Un ejemplo real, el mes pasado se rompió la lavadora, con la experiencia que tenía, sabía a la perfección que algo le había pasado la correa que une el motor al tambor, porque la máquina sonaba igual que cuando funcionaba, pero no giraba la ropa.

Así que cogí el manual físico del electrodoméstico y no aparece nada de como desmontar el cacharro, miré vídeos, arreglos y recomendaciones por internet, pero no salía ninguno de mi mismo modelo. Llamé al seguro del hogar y por cualquier historia, la avería no la cubría. "Llorar".

No me resignaba a tirar la lavadora al vertedero, y más viendo que la correa simplemente se había soltado, y la tenía en la mano, así le pedí una radial a un colega, sin más me puse a cortar la chapa posterior para acceder a las poleas, una vez terminado, cual fue mi sorpresa que no había tensor, que la parte del motor y del tambor estaban unidas, además que la correa no era flexible y no había forma humana de conectar el motor y el tambor con esa correa. "Luchar".

Como dice el himno del Sevilla, nunca hay que rendirse, en el trabajo pregunté a varios compañeros, y uno de ellos, me dio una gran idea, en vez de sujetar la correa al radio del tambor con pinzas, como lo intentaba, una y otra vez, unirlas con bridas de plástico. Y abracadabra, la correa se colocó en su sitio de forma magistral. 

Ya sabes, si algo empieza por llorar, habrá que luchar y seguir, hasta conseguir reír.