Hoy, día internacional del español (como lengua internacional). Quiero recordar a todos los hispano-escritores, la importancia de un pequeño signo que a muchos se nos escapa, es una pequeña rayita que se coloca en algunas vocales para dar entonación a las palabras, para ayudarnos a pronunciar correctamente o para distinguir algunos vocablos que se escriben idénticamente, pero cambia su significado dependiendo si lleva o no dicho trazo. Esa fina línea que, separa lo correcto de lo incorrecto, se llama tilde.
Este es un signo que para la RAE (Real Academia Española), se debe utilizar obligatoriamente, tanto en minúsculas como en mayúsculas (excepto en las siglas), por mucho que algunos digan insistentemente que no es obligatorio.
A muchos les parecerá una tontería, pero cometer erratas en las tildes, puede suponer una gran diferencia, pongamos de muestra al jugador madridista Kaká, si le quitamos la tilde, lo convertimos en una mierda, una mierda mal escrita, pero una mierda literal, o puede dar pie a muchas confusiones, pongamos de modelo: “tu hermano está trabajando sólo en el proyecto.”, no es lo mismo que, “tu hermano está trabajando solo en el proyecto.” Ya que la primera quiere decir que tu hermano trabaja únicamente en ese proyecto y la segunda significa que tu hermano trabaja sin ayuda
de nadie en ese proyecto. Ya lo podéis ver, no, no es lo mismo escribir con tilde que sin ella.
La ausencia de tildes nos invade por todas partes, ya sea en los carteles, en los e-mails, en el trabajo, en los mensajes SMS, (no vale más un mensaje por tener más tildes)… allá donde vaya siempre hay alguien que se “come” las tildes, aunque existan los correctores de ortografía.
Conozco a gente que se sabe como escribir todos los muñecos del Messenger, pero que jamás ha pulsado la tecla de la tilde en el teclado, parece como si fuera el botón de auto-destrucción del ordenador, les da pánico pulsarlo. Suelen ser las mismas personas que compran los bolis defectuosos en las librerías, esos bolígrafos que no se sabe como, pero no son capaces de acentuar las tildes.
Con lo fácil que es aprenderse estas 3 sencillas normas:
1º Se aplican la tilde en todas las esdrújulas, (las palabras que llevan el tono de voz en la antepenúltima sílaba, ejemplo: periódico).
2º Se utilizan en las llanas que no terminan ni en “n”, ni en “s”, ni en vocal, (las palabras llanas son las que llevan el acento en la penúltima sílaba, ejemplo: Ángel).
3º Hay que colocar la tilde en todas las agudas que sí terminan en “n”, “s” o vocal, (las agudas son las palabras que llevan el acento en la última sílaba, ejemplo: almacén).
A parte también hay otras normas para las tildes como por ejemplo cuando las palabras llevan determinados hiatos, o en las que son iguales fonéticamente, pero que cambia su significado dependiendo si se acompaña de tilde (esta/está, tu/tú).
Por favor, coloquémosle a modo de medalla, una tilde a cada una de las palabras que verdaderamente se lo merecen, pónganle un alma a esas palabras.